Un hombre que reside en Tandil se apostó en el Palacio Municipal, harto de no obtener respuestas a sus reclamos y los de su madre, con quien convive. “Ya no sé qué hacer ni a quién acudir", se quejó.
TANDIL (Agencia).- Harto de que su vecino pusiera la música a alto volumen y no lo dejara dormir, un tandilense se encadenó a la puerta del Palacio Municipal.
Feliciano Palavecino decidió visibilizar su problema ante la opinión pública y contó su suplicio, al ya no saber ante quién recurrir para solucionar su problema con su vecino de la zona de Tunitas.
El problema del hombre, quien vive junto a su madre en calle Del Libertador, entre Thomas y Fortineros, radica en que quien habita la propiedad lindante, un hombre que tiene un almacén en su casa, escucha música a todo volumen hasta altas horas de la madrugada. Esto dificulta el descanso de Palavecino y de su madre.
“Ya no sé qué hacer ni a quién acudir. La policía me dice que no puede intervenir y me mandan al municipio. En el municipio tampoco me dan solución”, explicó.
Y agregó: “La música no me deja dormir y yo me tengo que levantar a las 6 de la mañana para ir a trabajar a la obra. Y cuando le digo algo, me manda a vivir al country”.
En el relato, Palavecino solicitó “alguna solución” urgente para evitar problemas mayores. “No quiero terminar matándome a palos con el vecino, ni romper nada, ni ir preso. Yo vivo con mi madre, que es mayor y no quiero que me vea preso. Hay otro vecino que está sufriendo lo mismo, pero no se quiere meter porque tiene miedo”, dijo el hombre, quien se encadenó a una columna y llevó un colchón, previniendo que debería pasar varias horas en la puerta del municipio.
El desaprensivo vecino de este hombre no atiende los reclamos sobre bajar el volumen de la música, “porque dice que está en su casa y que escucha música porque se aburre”. “Yo no pretendo que no escuche música, pero sí que baje el volumen”, señaló el tandilense.
Palavecino sostuvo que viene “a la madrugada caminando o en bicicleta a la (comisaría) primera” y no le toman la denuncia. “No vienen, me dicen que eso es de la Municipalidad. Pero en la Municipalidad tampoco me dan solución. Me mandan a Mediación. A la chica de mediación ya la tengo cansada y la verdad que no quiero ir más porque no le encuentra una solución. Los del destacamento del barrio tampoco me hacen caso. Ya no sé qué hacer”, concluyó.